La chirivía (Pastinaca sativa) es una raíz vegetal relacionada con la zanahoria pero es más pálida y tiene un sabor más dulce, en especial cuando está cocida. Tiene un sabor cremoso, ligeramente picante y dulzón.
Proporciona una textura muy agradable y cremosa a las sopas sin necesidad de añadir mucha crema o mantequilla.
Ingredientes
30 g de mantequilla
1 cebolla grande cortada en rodajas
2 hojas de laurel
2 chirivías grandes cortadas en trozos de 4 – 5 cm
½ l de caldo de pollo o verduras
¼ de leche entera
150 g de panceta ahumada cortada en cubos
2 cucharadas de crema fresca
Sal y pimienta
Preparación
Fundir la mantequilla en una cacerola grande a fuego medio. Agregar la cebolla y el laurel y sofreír hasta que comience a dorarse, aproximadamente 5 minutos. Añadir las chirivías y saltear durante 5 minutos para que tomen algo de color.
Agregar el caldo de pollo o verduras y hervir durante unos 5 minutos a fuego alto hasta que las chirivías estén tiernas. Agregar la leche y llevar a hervor.
Retirar del fuego y batir con una batidora de mano hasta obtener un puré fino. Probar y salpimentar al gusto.
En una sartén antiadherente rehogar la panceta ahumada hasta que quede dorada y crujiente. Añadir un poco de mantequilla si es muy magra y no suelta grasa.
Incorporar la panceta en el puré de chirivías, mezclando bien y dándole un hervor, con un minuto es suficiente. Apagar el fuego y añadir dos cucharadas de crema fresca.
Servir.
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